En esta última entrega de la serie abordamos la reciclabilidad. Si bien desde una perspectiva circular sería la última opción, siendo la única que implica una transformación de los materiales (las otras tres, reutilización, reparación y refabricación se destinan a extender la vida útil de los materiales), con las consecuencias que ello puede tener en términos ambientales y económicos, es seguramente la que tiene una mayor aplicabilidad dentro de los productos de construcción.

Existe la creencia que la mayoría de los productos de construcción son reciclables, pero siempre hay que analizar si esto será posible, atendiendo a criterios de costes (logística, disponibilidad, energía), diseño (el producto reciclado por lo general tendrá una reducción en las prestaciones a si fuera fabricado con materiales primarios) o factibilidad (reglamentación aplicable). Por ejemplo, un producto que esté compuesto por distintos materiales y que estén fuertemente entrelazados siendo muy difíciles de separar, el coste final podría impedir que sea finalmente una solución competitiva y viable.

No es el caso de los productos prefabricados de hormigón que, en general, bien se componen únicamente de hormigón en masa o a lo sumo de una combinación de hormigón y acero, además de ser elementos que suelen conectarse para conformar sistemas constructivos más amplios y esto permite una mejor operatividad.

Hay que tener en cuenta además que se puede enfocar desde dos estados: uno inicial, incorporando parcial o incluso totalmente contenido de material reciclado en la fabricación del producto; o diseñar el producto de forma que sea potencialmente reciclable al final de su vida útil.

Potencial de los elementos prefabricados de hormigón atendiendo al contenido de material reciclado

Se trata de una de las tecnologías que más ha avanzado e implementado en los últimos años dentro de nuestra industria. El caso más elemental es aquel en el que la fabricación de los elementos prefabricados incorpora áridos reciclados procedentes de restos de hormigón que han sido procesados para reintroducir en un nuevo ciclo productivo, de forma que se evita gran parte de la extracción de áridos de cantera. Para ello, es necesario recurrir a máquinas trituradoras que procesan los restos de hormigón que se acumulan en la planta hasta que alcanzan cierto volumen.

Figura.- Trituradora de mandíbulas primaria móvil. Fuente MYCSA

Los elementos prefabricados de hormigón aportan dos ventajas fundamentales frente a otras alternativas y son que dichos áridos se producen normalmente a partir de residuos de hormigón generados en la propia planta, de forma que no hay costes económicos y ambientales adicionales por transportar dichos residuos desde otra fuente externa; y que se trata de áridos de mayor calidad ya que es hormigón del propio fabricante (finales de pista de elementos extrusionados, alguna pieza defectuosa que no alcanza los requisitos mínimos como consecuencia de los del intenso control de calidad, etc.)

Debe indicarse las limitaciones que establece la normativa, en particular la Instrucción de Hormigón Estructural según el tipo de hormigón [1]:

Tipo de hormigón Máximo contenido de árido reciclado respecto al peso total de árido grueso Resistencia máxima del hormigón Elementos prefabricados
Hormigón en masa Hasta el 100% Sin límite Pavimentos, bloques, mobiliario urbano, etc.
Hormigón armado Hasta un 20% 40 N/mm2 Paneles para fachadas y particiones interiores
Hormigón pretensado Excluido su uso

Entre otras aplicaciones reales, una de nuestras empresas asociadas emplea los rechazos de las placas alveolares de resistencia HP‐50, para la obtención de árido reciclado grueso de excelente calidad, que se utiliza posteriormente en la fabricación de paneles de cerramiento con un hormigón HA‐35 con un 20% de árido grueso reciclado. Y es el caso más habitual de muchas otras empresas asociadas que, sensibilizadas cada vez más con la preservación del medio ambiente y la economía circular, utilizan ya de forma sistemática un determinado porcentaje mínimo de árido reciclado para la producción de elementos tales como adoquines, baldosas o bancos urbanos. El objetivo último de estas estrategias es alcanzar un balance neto de residuo cero.

Pero no sólo se emplean áridos reciclados procedentes de residuos de hormigón, si no que la industria del prefabricado se ha convertido en uno de los principales sectores dentro de la construcción con un mayor potencial de valorización de residuos de distintas fuentes.

Aquí debemos destacar el proyecto europeo VEEP en el que participan entre otros organismos nuestra Confederación europea BIBM y la Asociación Española de Normalización UNE, finalizado este mes de marzo, que tiene como finalidad la utilización de áridos reciclados procedentes de residuos de construcción y demolición en al menos un 75% en la fabricación de paneles prefabricados con propiedades energéticas mejoradas, de forma que se proporciona una solución a uno de los mayores problemas que se derivan de la construcción y es la alta generación de residuos [2].

Pero también existen numerosas experiencias de empleo de otros áridos como los granulados de caucho de neumáticos fuera de uso para la fabricación de barreras de seguridad para carreteras [3]; el primer edificio del mundo construido íntegramente con 100% de hormigón reciclado en paneles, vigas y forjados, mediante cenizas volantes como aglomerante y virutas de vidrio reciclado como árido, en el estado de Montana (Estados Unidos) y que obtuvo el certificado LEED platino; o el empleo de arenas recicladas procedentes de los inmensos restos de cáscaras de mejillón que se producen en la costa gallega para la fabricación de bloques de hormigón [4].

Figura.- La nueva barrera de seguridad New Jersey, construida con plásticos y material reciclado a partir de neumáticos fuera de uso, supone una mejora respecto a los sistemas de protección convencionales porque absorbe mayor energía del impacto y reduce la carga ambiental total del proceso

Pero también hay que añadir en la carga ambiental de todo el ciclo productivo, la aportación previa que hacen las materias primas del hormigón, como el cemento, que cada vez contiene un mayor contenido de adiciones y material valorizado (por ejemplo, las escorias granuladas procedentes del alto horno) o el acero, que llega a ser de en torno un 95% reciclado.

Potencial de los elementos prefabricados de hormigón atendiendo a su futura reciclabilidad

En realidad, el reciclaje es la única vía capaz de cerrar el ciclo y que las otras tres vías (reutilización/reparación/refabricación) están orientadas a alargar la vida útil de productos y materiales. El enfoque modular de los elementos prefabricados de hormigón facilita su gestión, sea cual sea el mecanismo circular que se aplique.

En cualquier caso, esto nos obliga a rediseñar tanto los propios elementos como los sistemas constructivos en los que se incorporarán, para que un reciclaje futuro sea técnicamente posible, mediante la utilización del menor número de materiales distintos posible, añadir juntas y conexiones mecánicas y no soldadas o adheridas, evitar el empleo de materias primas que hoy estén permitidas pero que en un futuro se estima se limite su uso o incluso se prohíba, etc.

Figura.- Remodelación del paseo de La Defense en París. Entre otros elementos prefabricados de hormigón, losas de hormigón a medida para el pavimento con un contenido mínimo del 20% de árido reciclado [5]

Conclusiones

Pese a que el reciclaje es normalmente la última opción en la estrategia de economía circular, todas son perfectamente válidas y pueden ser incluso complementarias. También hay que apuntar que, aunque se haga una gestión óptima, es posible que al final del ciclo de vida siempre quede algún resto que habrá que llevar a vertedero, previendo que estos restos tengan la menor afectación posible sobre la salud y el medio ambiente.

No obstante, las administraciones y las políticas y normativas que regularán en el futuro deberán hacer prevalecer unos límites razonables a la reciclabilidad, determinando porcentajes de material reciclado que cumplan los requisitos de seguridad al mismo nivel que un producto equivalente. Aquí recomendamos leer este fantástico artículo de la Arturo Alarcón de IECA para la Plataforma Tecnológica Española del Hormigón [6].

La industria del prefabricado de hormigón está comprometida y cada vez más preparada para afrontar todos los retos que se derivan de los principios y políticas de la economía circular, abriéndose nuevos campos de experimentación en el futuro que ayuden a cumplir con estos requisitos.

[1] Recomendaciones para la utilización de hormigones reciclados. Instrucción EHE-08 https://www.mitma.gob.es/recursos_mfom/anejo15borde.pdf

[2] Proyecto VEEP. Reciclado rentable de RCDs para su utilización en componentes prefabricados de hormigón (ACCIONA). Ciclo Otoño Sostenible de ANDECE. https://youtu.be/yjjqzHEnEiU

[3] Madrid implantará barreras de seguridad de caucho reciclado. EFEVERDE. https://www.efeverde.com/noticias/carreteras-barreras-seguridad-caucho-reciclado-signus/

[4] Durabilidad y eficiencia de recursos. Tema 1, curso IV Ciclo de vida. Máster de construcción industrializada en hormigón. https://www.andece.org/cursos-y-master-andece/

[5] Paris, La Défense. Central Business District. Blog BREINCO. https://www.breinco.com/breincosmartblog/hormigon-arquitectonico-personalizado/

[6] ¿Economía circular o seguridad estructural? Plataforma Tecnológica Española del Hormigón. http://ptehormigon.org/2020/06/01/economia-circular-o-seguridad-estructural/