Puede afirmarse que el hormigón prefabricado es una forma de construir todavía joven, si nos atenemos a que su espectacular desarrollo se produjo a partir de la segunda mitad del Siglo XX. Sin embargo, los primeros hitos de la prefabricación del hormigón se remontan a unos 100 años antes con la barca de Lambot (1848), la jardinera de Monier (1849) o la Castle House de Board (1851), considerado el primer edificio en el que se emplea cemento Pórtland para la realización de elementos prefabricados de hormigón.

Las últimas décadas del Siglo XX sentaron gran parte de las bases sobre las que el hormigón prefabricado es hoy una tecnología constructiva consolidada. La mejora de las técnicas de dosificación y curado, el pretensado, el control de calidad, los acabados, el mayor grado de automatización en las fábricas o la introducción de los hormigones autocompactantes, han resultado en una forma de construcción que ya no sólo destaca por sus características mecánicas, sino por su mayor fiabilidad o durabilidad, eficiencia en el empleo de los materiales, obligando a la industria a alcanzar el alto nivel tecnológico que tiene actualmente.

Con el siglo actual la construcción con elementos prefabricados de hormigón ha continuado evolucionando técnicamente mediante la sofisticación progresiva de los medios de fabricación, pero sobre todo conceptualmente, experimentando fuertes cambios de explotación y uso, siguiendo el camino trazado por la evolución de las necesidades sociales, las crisis económicas y la percepción del mercado.

El hormigón prefabricado podemos definirlo ya hoy como una forma de construcción con entidad propia, ya que presenta una serie de cualidades inherentes que lo hacen diferente del resto.

 

En los últimos años, el sector del prefabricado de hormigón ha progresado considerablemente. Sin duda, las innovaciones que más vida han dado al sector se refieren a sus prestaciones y al diseño.

¿Cuáles son los principales avances que hemos podido ver y cuáles pueden contribuir a una difusión aún mayor en los próximos años?

  • Materias primas: los avances vienen dados por la calidad de la materia prima, especialmente por la mejora de los cementos, la innovación en aditivos, el uso de pigmentos para obtener determinados tonos o, incluso, por la utilización de fibras, que hace que se logren unos acabados y unos productos con un abanico muy grande de posibilidades, lo que hace que los arquitectos se sientan muy atraídos por ellos.
  • La utilización de moldes de diversas tipologías, tales como moldes metálicos, fenólicos, de poliuretano, de fibra de vidrio, etc., hacen posible la obtención de formas complejas y diseños especiales.
  • Control de la fabricación: mejores maquinarias de amasados más homogéneos, el incremento en el uso de los hormigones autocompactantes, cortes de piezas guiados por láser, sistemas de curado más efectivos, etc. han ayudado a evolucionar a la industria obteniéndose ya piezas de dimensiones y acabados difícilmente imaginables pocos años atrás.
  • Múltiples formas y acabados: el prefabricado de hormigón permite conseguir gran cantidad de formas, ya que se fabrican utilizando los moldes más adecuados para cada producto, desde las más clásicas a las más inusuales y novedosas como, por ejemplo, los paneles ondulados.
  • Mejora en las condiciones de trabajo en las fábricas: otra de las ventajas derivadas del uso del hormigón autocompactante es que evita tener que vibrar el hormigón, minimizando la generación del ruido en fábrica, lo que ha supuesto un auténtico progreso en el confort de los operarios.
  • Las aportaciones informáticas: con programas y aplicaciones que han supuesto grandes avances en el cálculo y diseño, la producción, con elementos como robots, proyectores láser, etc., que hacen que podamos obtener precisiones en medidas que hasta hace poco tiempo eran impensables.

En definitiva, el hormigón prefabricado no debe reducirse ya a ser considerado como un simple producto para una función predeterminada, sino a una solución constructiva completa o parcial que pretende dar respuesta óptima a una necesidad determinada (funcional, estética, etc.) Se puede concluir que como solución constructiva con un alto componente de ingeniería implícito (dos obras distintas pueden requerir dos soluciones diferentes, que conllevarán un número de horas de dedicación técnica), con sus respectivos componentes individuales (productos) necesita un estudio detallado específico que busque la máxima eficiencia en todo el proceso de desarrollo de la solución: desde la misma fase de concepción de la obra hasta su ejecución (incluso pensando en el mantenimiento posterior para alargar al máximo la vida útil de los elementos).

Para completar este artículo, queremos compartir el siguiente vídeo que forma parte del Máster de ANDECE [2] y que resume en unos pocos minutos toda la trayectoria histórica que ha sentado las bases de la que seguro será una de las tecnologías constructivas predominantes en las próximas décadas y en las que las empresas asociadas a ANDECE serán seguramente unos actores clave: https://youtu.be/7LkDl80xRnA

Referencias

[1] La construcción con prefabricados de concreto: una historia por escribir. Alejandro López Vidal y David Fernández-Ordóñez. Revista Noticreto. 2015 http://www.andece.org/images/BIBLIOTECA/historia_prefabricados_noticreto.pdf

[2] Máster de construcción industrializada en hormigón. Tema 1 Introducción a la construcción industrializada. Curso I. ANDECE – STRUCTURALIA. https://www.andece.org/cursos-y-master-andece/